Chic y Hadas: Historia de una Imagen
Erase una vez una niña a la que no le gustaba ver las noticias en la tele porque se ponía triste, tampoco comprendía como sus padres perdían el tiempo leyendo los diarios o escuchando los noticiarios y las tertulias en las radios. Alguna vez le había tocado, mientras comían todos juntos, oír las miserias y barbaridades que pasaban en el mundo y se le quitaban las ganas de comer. Entonces pedía permiso para retirarse a su habitación. En esos momentos sólo eran capaces de consolarla Lola y Gaz, sus perros, que se recostaban a sus pies y le hacían compañía en silencio.

Uno de esos días, pensó: “¿Por qué no hay más amor en el mundo?”. Entonces se quedó mirando los ojos color miel de Lola, que torció la cara mirándola fijamente. “¿Qué harías tú, Lola?”. La perra se alzó sobre sus patas traseras y la besó, con su larga lengua rosada. “Ojalá lloviera amor y todos fuéramos más felices. Verdad”. Gaz giró el rostro a su vez y movió el rabo. “¡Eso es! Debemos hacer que llueva más amor en el mundo”. Y sin pensárselo un momento más, empezó a dibujar y recortar cartulinas rojas con forma de corazón. Cuando tuvo unos cuantos recortados, se dirigió al garaje de su casa, apiló unas cuantas cajas sobre las que se subió para alcanzar la escalera de cuerda que tenía guardada su padre en el altillo. Cogió las correas de Lola y Gaz, y los tres se dirigieron a la colina que se encontraba más cerca de su casa.
La niña lanzó al aire la escalera de cuerda y la fuerza de su ilusión hizo que esta se quedara prendida de la nube más cercana. Convencida empezó a trepar con uno de los corazones en la mano y, una vez llegó a lo más alto, colocó el corazón sobre la nube… Después descendió, descolgó la escalera y contempló desde abajo su obra. Orgullosa de lo que había conseguido, miró a sus perros y les dijo: “Ahora, cuando llueva, el amor regará la tierra y nuestras vidas”. Gaz movió el rabo y Lola colocó la pata sobre los otros corazones que estaban en el suelo. “Claro, que sí, vamos a colocar algunos corazones más por las nubes”.
Y colorín, colorado… Así llovió amor por todos lados.